La Primera Playa de El Sardinero volverá a ser, por quinto año consecutivo, un lugar para jugar juntos.

Desde hoy y hasta finales del mes de agosto acogerá, cada jueves, en horario de mañana, el taller del mismo nombre –¡A jugar juntos!-, una iniciativa impulsada por las concejalías de Autonomía Personal y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santander, en colaboración con CERMI-Cantabria.

Se trata de una actividad eminentemente práctica, dirigida a niños con edades comprendidas entre los 5 y los 10 años, para que aprendan, mediante el juego, nociones básicas sobre la discapacidad.

El objetivo principal es que los niños, desde edades tempranas, conozcan las dificultades que tienen otros niños para jugar y que entiendan que pueden hacerlo igual que ellos.

Tan sólo durante el pasado verano, 200 niños participaron en el taller, muy condicionado siempre a las condiciones climatológicas, pero que cuenta con una gran aceptación, donde los niños aprenden jugando, mientras se sigue avanzando en la sensibilización sobre el trato adecuado hacia la discapacidad.

Pescar con un antifaz y jugando a los bolos en una silla de ruedas

Acompañados siempre por monitores, los niños que participan en el taller realizan diferentes juegos.

Así, sentados en sillas de ruedas o con los ojos tapados por un antifaz, simulando tener una discapacidad, tratan de tirar el mayor número posible de bolos, pasarse el balón sin que éste se caiga o coger tantos peces como sea posible con la ayuda de una caña.

Se trata de que aprendan y vivan en primera persona no sólo cuáles son las dificultades a las que se enfrentan otros niños como ellos, con alguna discapacidad sino la importancia de ayudarse y colaborar para poder divertirse jugando.

En este sentido, hizo hincapié en que el equipo de gobierno sigue trabajando para dar cumplimiento al I Plan municipal de atención a las personas con discapacidad con el objetivo de promover un cambio de mentalidad entre los vecinos, tanto adultos como niños, para que adquieran actitudes de respecto, colaboración y aceptación de todas las personas, independientemente del tipo de discapacidad que tengan y entiendan ésta como un elemento más de la sociedad en que vivimos.

Por su parte el presidente de CERMI Cantabria incidió en la importancia de este taller infantil ya que, según dijo, permite trabajar la sensibilización.

«No podremos conseguir objetivos ni mejorar las condiciones de inclusión de la persona con discapacidad si no es a través de la sensibilización y, especialmente de los más jóvenes», aseguró Álvarez, quien explicó que uno de los logros del programa no sólo es su continuidad sino haber trabajado con los niños, que son quienes van a construir el futuro social.

Son estos jóvenes los que se tienen que concienciar más de lo que es la realidad que vive la persona con discapacidad en nuestra sociedad, que depende de cada uno de nosotros porque, en la actualidad, el modelo de inclusión, es el convencimiento y el conocimiento de la realidad de la persona con discapacidad en la sociedad.

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