La rehabilitación de la estructura y cubierta de la Iglesia del Seminario Mayor de Comillas se prevé que esté acabada para mayo, con lo que quedará pendiente la siguiente fase, con un coste estimado de más de 4 millones de euros, consistente en el mantenimiento y restauración de varios de los elementos arquitectónicos y artísticos de este espacio. Sin embargo, en este momento, «aún no hay recursos» suficientes para llevarla a cabo. 

Así lo ha reconocido este martes el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, quien, tras una visita a las obras de rehabilitación de la Iglesia, ha explicado que, una vez queden concluidas y se garantice con ellas la estabilidad de la estructura, «hay muchas prioridades por delante» de la ejecución de la fase de restauración de los elementos arquitectónicos y artísticos. 

«Gobernar es establecer prioridades y hoy hay muchas prioridades por delante», ha aseverado, a preguntas de los periodistas, el jefe del Ejecutivo regional, quien, sin embargo, sí se ha comprometido a, si gobierna en la próxima legislatura tras la elecciones de mayo, «buscar» recursos externos al Gobierno de Cantabria y que ayuden al «aliviar la carga» que supondrá al Ejecutivo realizar esa última fase –«que la iglesia merece», ha dicho– cuando se pueda abordar. 

Diego, que ha reconocido no poder asegurar «con certeza» a que esta tercera fase en la Iglesia se pueda llevar a cabo la próxima legislatura, ha recordado que para las obras de rehabilitación estructural que se están ejecutando, con un coste de unos 3,1 millones de euros, la Fundación Botín aportó 1,3 millones de euros; el Gobierno central 250.000 y el Ejecutivo regional lo restante. 

En la visita a las obras que está ejecutando Sacyr, el jefe de obra, Pedro Díaz, ha explicado que la que se está ejecutando es una actuación «absolutamente imprescindible» porque, sin ella, «la iglesia se habría caído» debido tanto a los «problemas de construcción» y a los materiales «de baja calidad» que presentaba, como al «deterioro» que padecía tras la falta de mantenimiento, y también «actuaciones agresivas», y también a la apertura de huecos llevada a cabo durante la rehabilitación del Seminario Mayor en la anterior legislatura. 

De lo previsto en esta obra «de urgencia» para evitar que la iglesia se viniera abajo, ya se ha realizado el «refuerzo» estructural y se está «terminando» el de los arcos y bóvedas, con lo que queda por ejecutar el cambio de las cubiertas, que son las originales de cuando se construyó en el siglo XIX, algo que se hará de forma «inminente». 

Y ha explicado que «probablemente» se decidirá cerrar los huecos abiertos en los muros de la Iglesia en la anterior legislatura. Sin embargo, durante la visita, ha advertido de que, «aunque se tapen», los muros no volverán a entrar en carga por lo que se están analizando distintas fórmulas a adoptar, como la posibilidad de usar mortero expansivo.

Una vez realizada estas obras, es cuando restaría por abordar la fase de restauración de los elementos arquitectónicos y artísticos. 

Esta actuación comenzó con la redacción del proyecto de ejecución, con un importe de 221.000 euros; ha continuado con la denominada Fase I de la obra, con un presupuesto de 1,4 millones y destinada a trabajos para resolver las cuestiones estructurales más urgentes –refuerzo de estructura, reconstrucción y rehabilitación y restauración interior–, y, posteriormente, con la Fase II, con una inversión de casi 1,5 millones, para completar cuestiones estructurales, asegurando la impermeabilidad mural del conjunto y la rehabilitación de elementos no esenciales. 

Además, las obras están dirigidas a acabar con la filtración de agua de escorrentía a través de cubiertas y muros y que dañaban el patrimonio mueble y artístico del interior de la Iglesia, como retablos, sillerías, lienzos o confesionarios, que han sido retirados para, posteriormente, ser restaurados. 

Al margen de lo que resta por realizar en la Iglesia, Diego ha recordado también que aún falta por abordar la rehabilitación del ala oeste del Seminario Mayor, en la que «todavía» queda, «en buena medida» por «garantizar» su estabilidad estructural, una obra para la que «en este momento no hay disposición» de recursos económicos. 

De hecho, ha resaltado que la rehabilitación de ala este ejecutada por el anterior Gobierno regional, el que formaba el bipartito PRC-PSOE, supuso ya un coste de 42 millones de euros. 

En la visita a las obras de la Iglesia, muestra del modernismo catalán fuera de Cataluña, han estado junto a Diego y al jefe de obra, el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna. 

Este acto ha precedido a la celebración de la reunión del Patronato de la Fundación Comillas.

Compartir en:

Dejar respuesta