La Universidad de Cantabria (UC), a través del grupo de investigación en Psiquiatría que dirige el profesor Benedicto Crespo-Facorro, participa en el artículo publicado en la prestigiosa revista ‘Molecular Psychiatry’ en el que se describen alteraciones en estructuras subcorticales en pacientes con esquizofrenia descubiertas mediante un innovador análisis

Según ha informado la UC, el resultado forma parte de los obtenidos por el consorcio internacional ENIGMA, en el que la única representación española es la del Instituto de Investigación Sanitaria (IDIVAL) y el Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área de Salud Mental (CIBERSAM), a través tanto del grupo dirigido por Crespo Facorro, como por Roberto Roiz Santiáñez, investigador principal en Cantabria.

Durante décadas se han descrito distintas anomalías estructurales cerebrales en esquizofrenia pero el hecho de que estén influenciadas por diversos factores y que los estudios sean de distintos grupos de investigación y diferentes métodos hace difícil entender estos hallazgos. Para solventar estos problemas, se ha llevado a cabo un meta-análisis que analiza datos de imagen cerebral obtenidos mediante resonancia magnética. Se trata del mayor estudio colaborativo de imagen  cerebral en pacientes con esquizofrenia realizado hasta la fecha, en palabras de Benedicto Crespo Facorro, psiquiatra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), profesor titular de la UC y director del Laboratorio de Neuroimagen del IDIVAL.

En el estudio, se analizaron datos de 2.028 pacientes y 2.540 individuos sanos obtenidos mediante métodos estandarizados en 15 centros de investigación de diferentes países. Los pacientes mostraron una disminución en el volumen del hipocampo (asociado con la memoria), la amígdala (asociada con la emoción), el tálamo (actividad sensorial) y presentaron un aumento en el volumen del pállidum (involucrado en la motivación y la emoción) y de los ventrículos laterales y se encontró que la duración de la enfermedad y el déficit en el volumen del hipocampo era más severo en las muestras con mayor proporción de pacientes sin medicar. Esto sugeriría, según Crespo-Facorro, que «el tratamiento con antipsicóticos podría aminorar la pérdida de volumen en el hipocampo» y que “También se han iniciado colaboraciones para estudiar el efecto que pueden tener en el cerebro factores como el consumo de drogas, el ejercicio físico  o el estrés».

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