El trailer de ‘Altamira’, cinta en la que la que Antonio Banderas se pone a las órdenes de Hugh Hudson (Carros de Fuego, Greystoke), ya ha visto la luz a menos de dos meses de su estreno. Producida por Morena Films, la película, cuyo rodaje arrancó en 2014, traslada al espectador hasta finales del siglo XIX, cuando Marcelino Sanz de Sautuola, un científico y arqueólogo amateur, y su hija, María, descubrieron las pinturas de la cueva de Altamira.

Sanz de Sautuola visitó la cueva por primera vez en 1875 y tres años más tarde acudió a la Exposición Universal que se celebraba en París y allí conoció algunos objetos prehistóricos de cuevas del sur de Francia, donde se excavaba desde hacía años.   

Sautuola, que ya tenía una amplia formación en Ciencias Naturales y en Historia, regresó a España con una perspectiva renovada y decidido a emprender sus propios trabajos en las cuevas de Cantabria, entre ellas la de Altamira, en Santillana del Mar y volvió acompañado por su hija, María, y será la niña la primera en ver las famosas pinturas polícromas, una de las obras prehistóricas más importantes de la Historia.  

En 1.880 publicó el hallazgo en el folleto ‘Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la Provincia de Santander’, atribuyendo las pinturas al periodo paleolítico, pero sus contemporáneos, desde diferentes perspectivas intelectuales, creacionistas o los incrédulos prehistoriadores del momento, fueron incapaces de asumir su planteamiento y Altamira se sumió en el olvido y a Sanz de Sautuola, que lejos de proporcionarle honor y gloria, le enfrentó con la indiferencia y el escarnio de la comunidad científica de la época.

A pesar de sus esfuerzos por demostrar la veracidad del descubrimiento, Sautuola fue acusado de falsificación por el francés Émile Cartailhac, máxima autoridad en Prehistoria del momento, que años después publicaría el texto ‘Mea Culpa de un Escéptico’ reconociendo la importancia mundial del hallazgo, pero llegaba tarde a devolver el honor a Marcelino.

Desde entonces, el número de visitantes no dejó de crecer año a año, hasta tener que restringir el acceso y adoptar un estricto programa de Conservación de la cueva, su arte y su entorno. La creación del Museo de Altamira, dependiente del Ministerio de Cultura de España, y su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO confieren el marco de protección a este Bien de Interés Cultural de la Humanidad.

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