El viernes, 24 de enero a las 20.30h, en la sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria.

Espectáculo musical como homenaje a Verdi y Wagner en el bicentenario de su nacimiento.

Elenco: 

Sopranos: María Rey-Joly y Elvia Sánchez 

Tenores: José Manuel Zapata y Antoni Comas

Barítono: Luis Álvarez

Pianista: Borja Mariño

Camarero: Jesús Agelet 

Dirección artística: Albert Boadella

Una producción de Teatros del Canal

Duración: 1 hora y 40 minutos, sin descanso.

Verdi y Wagner. Bicentenario de su nacimiento. Coincidencia sorprendente y simbólica a la vez. Dos formas musicales y dramáticas en las antípodas. Dos nociones del arte y del mundo con una significativa influencia en su tiempo pero también en generaciones posteriores, algunas de las cuales utilizaron sus partituras en función de intereses políticos diversos ¿Mediterráneos y nórdicos? 

El Pimiento Verdi es una taberna restaurante en la que su propietario, gran aficionado a la zarzuela y las óperas de Verdi, organiza una cena homenaje para celebrar el 200º aniversario del nacimiento del gran compositor italiano. Con el fin de amenizar la velada mediante fragmentos de sus óperas han sido invitados a la cena una soprano y un tenor que son también asiduos clientes del local. Esta intención se frustra una vez iniciado el homenaje lírico, pues otros cantantes presentes en el restaurante muestran explícitamente su desagrado ante la música de Verdi. Los disidentes wagnerianos reclaman homenajear también al compositor alemán cuyo aniversario coincide precisamente con el de Verdi. Con lo cual reivindican a Wagner como un genio más profundo y menos pachanguero que el italiano. 

A partir de aquí, se inicia un rifirrafe musical entre los dos bandos aprovechando fragmentos operísticos de ambos compositores. Los dúos, arias o coros, se lanzan como crítica, burla y escarnio hacia el rival. 

El tono del enfrentamiento se eleva considerablemente cuando aparece la cuestión Nazi-antisemita de Wagner en oposición al Nabucco-sionista de Verdi. Aterrado por el ardor de la pugna, el melómano propietario del restaurante induce a ambas partes a convenir una situación de consenso. El resultado del pacto pasa por improvisar sobre la marcha un típico argumento wagneriano con los personajes más carismáticos de sus óperas, pero expresando las pasiones líricas a través de las partituras de Verdi. 

Algunos de los fragmentos cantados pertenecen a las óperas El Trovador, La Traviata, Rigoletto, Otello, Nabucco, Aida, La fuerza del destino, Don Carlo, Tristán e Isolda, Tannhäuser, Sigfrido, Lohengrin, Las Walquirias, Parsifal, entre otros.

Albert Boadella

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