El Pozón de la Yesera se ha incorporado al proyecto LIFE Anillo Verde de la Bahía de Santander a través de un acuerdo alcanzado entre la Junta Vecinal de Gajano y Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH). El presidente de la Junta Vecinal de Gajano, Federico Aja, y el de la FNYH, Carlos Sánchez, han rubricado esta semana el convenio de colaboración para la integración del Pozón de la Yesera en el proyecto.

La FNYH, coordinadora del proyecto, lleva gestionando esta reserva desde 2008 gracias a un acuerdo con la Junta Vecinal de Gajano y el Ayuntamiento de Marina de Cudeyo. En virtud de dicho acuerdo, en 2009 se realizaron las primeras labores de recuperación ambiental de este humedal. De la gran variedad de ecosistemas comprendidos en el LIFE Anillo Verde, el Pozón de la Yesera constituye un humedal de interior de origen minero.

La extracción de yesos realizada hasta mediados de los años 70 provocó el afloramiento del nivel freático (agua acumulada en el subsuelo), formándose el humedal actual. Este espacio constituye hoy en día un lugar de descanso y refugio para las aves. El proyecto LIFE+ Naturaleza ‘Anillo Verde de la Bahía de Santander: conectando la naturaleza y ciudad’ es coordinado por FNYH, junto a la empresa pública Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía de Cantabria S.A. (MARE) como beneficiario asociado.

El proyecto recibe aportaciones económicas del instrumento financiero LIFE de la Comisión Europea, de FNYH y de la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social del Gobierno de Cantabria. El LIFE Anillo Verde trabajará hasta 2019 en la recuperación de los espacios naturales de la Bahía de Santander, creando una infraestructura verde y azul (GI&BI por sus siglas en inglés) que mejorará el estado conservación de dichos espacios y la calidad de vida de la población.

Por infraestructura verde y azul se entiende una red que permite conectar los diferentes espacios verdes mejorando la movilidad entre las áreas que la componen y la rehabilitación y restauración de los ríos, humedales, etc. Todo ello aporta unos servicios ecosistémicos de mayor calidad, es decir, todos los beneficios que un ecosistema puede aportar a las personas que disfrutan del mismo: calidad del aire, mitigación del cambio climático, pureza de las aguas, espacios de disfrute y recreo, etc.

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