El artista madrileño Juan Zamora lleva al Museo de Altamira, en Santillana del Mar, ‘ORA (bajo el cielo de la boca)’, una exposición en la que plantea una relación mística entre el origen del lenguaje oral y el contexto natural donde nació.   

Zamora realiza esta reflexión sobre el nacimiento del lenguaje oral inspirándose o interviniendo en piezas encontradas en yacimientos de Johannesburgo (Sudáfrica), donde se han encontrado los vestigios más antiguos de la Humanidad.

El artista los tuvo ante sus ojos durante su estancia de dos meses en Johannesburgo gracias a una beca en la Nirox Foundation de Johannesburgo con sede en la denominada ‘Cuna de la Humanidad’, así llamada por la UNESCO en 1999 por ser el lugar donde se han encontrado algunos de los vestigios más antiguos de los primeros homínidos, y donde recientemente se han encontrado fósiles de al menos 15 individuos de ‘Homo Naledi’.

Zamora, realiza una retrospectiva sobre el nacimiento de nuestra especie que se formaliza en una serie de piezas a partir del estudio de los chasquidos propios de las lenguas joisanas y de los sonidos de agua encontrados en las cavernas de lo que queda de los campamentos de nuestros más lejanos ancestros.

El artista transmite lo aprendido y meditado durante su viaje y su obra se convierte en una reflexión sobre orígenes, habla de piedra y cavernas, de agua sin estrenar, en una época en la que, aún sin lenguaje oral, nuestros ancestros chascaban la lengua para comunicarse y en la que todos los sentidos obedecían al instinto de supervivencia.

Piezas de estos yacimientos en forma de lengua o boca sirven de base para este proyecto del artista, en el que ofrece una mirada a nuestros ancestros, los primeros homínidos desde la perspectiva del origen del lenguaje oral.

En la exposición, formada por una decena de piezas, hay también dibujos sobre papel en los que se pone en relación elementos como una lengua, el cielo de una caverna y el cielo de la boca. Los visitantes también podrán ver un vídeo donde el artista ha registrado la proyección de la sombra de su propio cuerpo desnudo sobre la cara plana de un megalito situado en lo alto de una montaña sagrada a lo largo de 8 horas hasta que ésta logra cubrir este monumento funerario.

Esta exposición temporal ha sido inaugurada este martes en el Museo de Altamira y permanecerá hasta el 12 de febrero del año que viene. Podrá visitarse de martes a sábados de 9.30 a 18.00 horas y los domingos y festivos de 9.30 a 15.00.    

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