El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha destacado que, desde que esta entidad se incorporara al programa de voluntariado ambiental Provoca, en el año 2013, se han desarrollado once jornadas para mejorar el hábitat de esta especie, en las que han participado 711 voluntarios y se han plantado un total de 3.457 árboles frutales.

Palomero participó en la mesa redonda que, bajo el título ‘Gestión de programas de voluntariado ambiental’, se celebró en el marco del seminario que, acoge la sede de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) de El Torco, en Suances.

Según resaltó, desde la entidad que preside se desarrollan actividades «verdaderamente significativas e interesantes» para la conservación del oso que, integradas en el programa Provoca, ha permitido «abrirlas» e iniciar el trabajo con el voluntariado, colectivo que hay que hacer que se sienta «útil y participativo», al tiempo que «estimulado» desde las administraciones, «con buenos marcos y buenos apoyos». También puso en valor la actuación de la Fundación en la Cordillera Cantábrica, con voluntarios que ayudan al seguimiento de osos, en la gestión de los visitantes y  en la actividad «más exitosa y que más atrae», que es la de mejorar el hábitat de este animal.

En su opinión, las asociaciones y entidades tienen que esforzarse en tener una infraestructura «adecuada» para el voluntariado y para «nuestros propios objetivos de conservación» y señaló que, al tiempo, administraciones, organizaciones y empresas deben activar sus políticas de voluntariado, «buscando sinergias entre unos y otros o con tus propios programas». 

En la mesa redonda celebrada hoy en El Torco también participaron el delegado en Cantabria de SEO/BirdLife, Felipe González; el director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Leandro Morante; el responsable de Custodia del Territorio y Voluntariado del Foro Asturias Sostenible para el Conocimiento y Desarrollo del Medio Rural, Óscar Prada; y la vicerrectora de Espacios, Servicios y Sostenibilidad de la UC, Ángela de Meer. Para la vicerrectora, como aspectos «clave» del voluntariado ambiental, lo «más importante» es integrarse en «todo este movimiento ciudadano», organizado por el Gobierno de Cantabria y las asociaciones conservacionistas, para colaborar con la sociedad en todo lo que implique el cuidado del entorno, del territorio y del medio ambiente

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