La Fundación Banco Santander y la Fundación Oso Pardo han trabajado en conjunto desde el pasado mes de septiembre para la recuperación de espacios mineros degradados del Alto Sil, en León, para ayudar a la conservación del oso pardo, especie en peligro de extinción.

Desde la Fundación Oso Pardo, expertos en manejo de hábitats oseros en Cantabria, Asturias y Castilla y León, recuerdan que “el hábitat influye en la recuperación del oso pardo, para que pueda alimentarse. Esta zona es muy buena para el oso pardo, pero algunas áreas se degradaron por la minería a cielo abierto, por ello intentamos que cicatricen estas heridas en el hábitat y el oso encuentre alimentación”, prosiguen.

El proyecto emprendido por la Fundación Oso Pardo y la Fundación Banco Santander ha plantado un total de 17.731 árboles, principalmente abedules y cerezos, mostajos y manzados, fuentes de alimentación de los 180 ejemplares de osos del área.

La Fundación Banco Santander ha colaborado con los fondos para el proyecto que ha generado trabajo a diez personas por un período de dos meses: “Ha sido poco tiempo, pero la aportación es positiva”, añaden en la Fundación Oso Pardo.

Banco Santander ve en la recuperación de esta especie una prioridad de conservación en España. “Estamos encantados de apoyar, dentro de nuestro programa de recuperación del patrimonio natural, un proyecto que pretende dar respuesta a una necesidad de conservación de primer orden”, según ha comentado el director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga.

Esta no es la primera vez que la Fundación Oso Pardo realiza una recuperación de hábitats a través de la plantación de árboles, pero sí es la primera vez que se realiza un esfuerzo así en León, por lo que esperan seguir contando con el apoyo para la restauración de éstos y otros hábitats.

El pasado mes de septiembre la Fundación Banco Santander firmaba este acuerdo de colaboración con la Fundación Oso Pardo para mejorar el hábitat del oso pardo y contribuir a la recuperación de esta especie en peligro de extinción. 

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