Cantabria se ha dotado de un Plan Estratégico de Dinamización del Arte Rupestre que integra la conservación, investigación y difusión con el objetivo de desarrollar una gestión óptima del patrimonio paleolítico de la región que sirva para «poner a Cantabria en el mapa del mundo».

Para ello se centra en la parte más visible y relevante de ese patrimonio, las diez cuevas Patrimonio de la Humanidad, y en la infraestructuras museísticas y culturales asociadas a ellas.

El plan, que se dio a conocer este verano en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), se ha presentado hoy en rueda de prensa, pero «de forma precipitada», según ha reconocido el consejero de Cultura, Ramón Ruiz.

En su última comparecencia ante los medios como consejero, Ruiz ha explicado que la intención era darlo a conocer con los alcaldes de los municipios afectados, que han contribuido a su elaboración, pero «las circunstancias» (su cese y el de su equipo) han obligado a adelantarlo, según ha dicho, para reconocer «el esfuerzo» que en él ha realizado la directora general de Cultura, Marina Bolado.

«Teníamos dos grandes retos: poner a Cantabria en el mapa del mundo con un plan global de esta riqueza que tenemos, que es un objetivo al que hemos llegado a tiempo; y un Plan Estratégico de la Cultura de Cantabria», cuyo paso previo, el Consejo Regional, ya está en información jurídica, ha avanzado el consejero, que ha agradecido a Bolado su «trabajo y dedicación» para estos dos «objetivos cruciales».

«Sabes que cuentas con el apoyo de todos los alcaldes de la región», ha dicho a su colaboradora. Al respecto, Ruiz ha agradecido la aportación de todos los que han participado en la elaboración del Plan de Dinamización del Arte Rupestre. «No queríamos hacer una cosa acabada sino una línea de trabajo abierta que habrá que seguir enriqueciendo con aportaciones», ha explicado.

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