La Fundación Stuart Weitzman aportará más de 300.000 euros en tres años para «investigar, conservar y proteger» la cueva cántabra de La Garma, situada en la localidad de Omoño del municipio de Ribamontán al Monte y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, así como para darla a conocer al mundo a través del uso de las nuevas tecnologías ya que esta cavidad, con la que el prestigioso zapatero está tan impresionado, no se puede visitar.

Stuart Weitzman y su mano derecha en el negocio zapatero y socia en la Fundación, Bárbara Kreger, quieren con este mecenazgo que el «gran valor» de La Garma sea conocido en el mundo.

Y es que este complejo no sólo atesora en sus paredes pinturas rupestres de entre 29.000 y 13.500 años de antigüedad sino que contiene infinidad de vestigios de sus pobladores como huesos de los animales de los se alimentaron, objetos que crearon e incluso restos una «arquitectura primitiva».

Para materializar esta acción filantrópica, la Fundación Stuart Weitzman ha firmado un convenio con el Gobierno de Cantabria y la Wold Monument Found –dedicada a mantener y proteger el patrimonio histórico–, que se presentó en un acto en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) y en el que Revilla ha entregado a Weitzman y Kreger una réplica de la placa en su honor que se colocará en la entrada de La Garma.

En el acto, el propio Weitzman, que realizó una visita de siete horas a la cueva acompañado por el director del MUPAC, Roberto Ontañón, y el también arqueólogo Pablo Arias, ha avanzado que estaría dispuesto a aumentar su colaboración si se decide abrir un centro de interpretación de La Garma.

Revilla ha destacado que entienden el «asombro» de Weitzman con La Garma, en donde se encuentra «intacto un hogar de hace 16.000 años», y que le ha llevado a apostar por la difusión de ese patrimonio pero también el de otras cavidades. «Esta tierra le ha enganchado, pero yo voy a hacer porque se enganche todavía más», ha apostillado.

«Yo intentaré venderle más cosas de Cantabria pero su obsesión es esa cueva», ha manifestado el presidente regional, que ha explicado que el reconocido zapatero, recientemente jubilado y cuyas creaciones ha vestido Michelle Obama, Beyoncé, Gisele Bündchen o Kate Moss, quiere con esta colaboración «devolver a España una parte de la riqueza que el país a dado a su negocio», ya que sus zapatos se fabrican en Elda

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