La Fundación Botín ha abierto al público hoy la exposición ‘Joan Miró. Esculturas 1928-1982’ en el Centro Botín, que exhibirá los principales trabajos escultóricos del artista y reunirá por primera vez más de un centenar de esculturas de todos los periodos artísticos.

Según esta organización que promueve el arte y cultura, se trata de la primera muestra sobre el proceso creativo de Miró a nivel internacional. Podrá visitarse hasta el 2 de septiembre de 2018.

En esta ocasión, los comisarios fueron María José Salazar, miembro de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín, y Joan Punyet Miró, nieto del pintor y cabeza visible de la Sucessió Miró.

La fundación explicó que la muestra se centra en el proceso creador de Joan Miró (Barcelona, 1893 – Palma, 1983) y específicamente en su producción escultórica. Más de un centenar de esculturas, además de dibujos, fotografías, vídeos y objetos diversos, componen este completo recorrido, que presenta también numeroso material inédito.

El ensamblaje de materiales recogidos por el propio Joan Miró en sus paseos por el campo y la transformación de objetos cotidianos en piezas artísticas, son las señas de identidad del trabajo escultórico del artista, para quien la libertad y la poesía fueron la esencia de todas sus creaciones.

Recorrido de la exposición

Respecto a esta exposición de arte en Cantabria, el recorrido inicia con la escultura Personnage (1974), obra que podría decirse resume su proceso creador al ensamblar objetos diversos que ejecuta finalmente en resina sintética pintada. Aquí se expondrán las primeras piezas que reunió Miró, muchas de ellas desconocidas, de pequeñas dimensiones y muy delicadas, así como las dos primeras esculturas que el artista catalán realiza en bronce, junto a su primera gran obra monumental: Oiseau solaire (1966). Junto a este espacio, y con sentido didáctico, se mostrará el proceso creativo de Miró.

Esta fundación artística puntualizó que en un tercer espacio se exhibirán piezas ciertamente singulares, esculturas con diferentes texturas; obras surgidas de la utilización de objetos de uso cotidiano. En un cuarto ámbito, podremos contemplar sus proyectos monumentales, o sus esculturas filiformes, ligeras pero potentes. Aquí se expondrá Porte I (1974) junto a un vídeo en el que se aprecia el procedimiento de la fundición de esta pieza, concebida expresamente para su exposición en el Grand Palais de París, en 1974.

Cerrarán la exposición las grandes piezas en color del artista. En ellas, Miró utiliza una gama cromática concreta y definida en tonos puros -verde, azul, rojo, amarillo, negro- que son traslaciones de la tierra, de la luz y del sol, que muestran tanto su predilección por los colores intensos y brillantes del románico, como su admiración por la obra de Gaudí.

Esta fundación que promueve el desarrollo destacó que en todos estos espacios, y repartidas cronológicamente por la sala, podrán apreciarse piezas monumentales -de más de tres metros de altura- que hacen alusión a su deseo de hacer esculturas en gran formato para mostrarlas en espacios urbanos y así llegar a un público más amplio.

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