La gripe continúa en descenso en Cantabria, situándose en los 103,6 casos por cada 100.000 habitantes en la última semana. En base a estos datos, la Sección de Vigilancia Epidemiológica del Gobierno de la comunidad prevé una pronta conclusión de la epidemia de este invierno.

Los datos de la Red Centinela (de alta sensibilidad) muestran un descenso desde una tasa de 126,8 casos por 100.000, de la semana anterior, hasta los 103,6.

El actual valor mantiene la situación dentro del denominado «nivel bajo» de la enfermedad, pero acercándose ya a los niveles basales o interepidémicos (por debajo de 58,18 casos por 100.000).

El sistema EDO, que recoge el total de los casos declarados en Cantabria señala cerca de 11.700 gripes registradas desde el inicio de la temporada de control (octubre), acumuladas en su mayor parte durante las últimas semanas, donde se llegaron a alcanzar a principios de enero promedios semanales en torno a los 2.000 casos. En la última semana se han registrado 506 casos en toda la comunidad.

Además, desde la Sección de Vigilancia Epidemiológica del Gobierno se indica que los niveles diarios de enfermedad siguen decreciendo y de manera muy sensible.

Así, de los 400 casos/día que se registraban en los primeros 15 días del año se ha pasado a un promedio de 93 casos diarios en la última, y según las previsiones analizadas se estima que durante la actual semana el promedio se situará alrededor de 75 casos diarios.

Las tasas nacionales también continúan descendiendo estando en una tasa de 150,74 casos por 100.000. Todas las comunidades autónomas se sitúan ya en el nivel epidémico bajo (salvo Navarra y La Rioja).

En cuanto a la tipología viral, se mantiene el predominio del virus B, que supone un 74% del total de aislamientos, frente al 26% del A, pese a que se ha incrementado levemente la proporción de circulación del tipo A.

Esta distribución es parecida a la que se informa del conjunto de todas las comunidades, donde el B supone el 67% de los aislamientos frente al 33% del A.

En cuanto a los denominados «casos graves» (hospitalizados con determinadas patologías derivadas directamente de la gripe), se han notificado hasta la pasada semana un total de 145 ingresos.

La distribución por tipos de virus de estos casos graves es similar a la que se encuentra en la población general: 79% son causados por virus B y el 21% A (7% AH3N2, 7%AH1N1 y 7% no tipado).

De estos 145 casos graves un 69% son mayores de 65 años; y el 28% corresponden a pacientes vacunados. Aún hay 25 personas ingresadas pendientes del alta.

La gripe ha dejado 18 fallecimientos, todos de personas de más de 65 años y con una pluripatología importante.

La epidemia de gripe en España continúa su fase de descenso y en la última semana la incidencia ha vuelto a caer, con un 20 por ciento menos de casos con respecto a la semana anterior, según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III. Sin embargo, el número de muertes sigue creciendo y ya ha superado el medio millar, con un total de 543 fallecimientos.

En concreto, el último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe, relativo a la semana del 5 al 11 de febrero, muestra una tasa global de incidencia de 150,74 casos por 100.000 habitantes, frente a los 190,1 casos de la semana anterior, representando el tercer descenso consecutivo desde que se alcanzara el pico máximo de actividad de esta temporada, con 290,4 casos.

En esta semana la región más castigada es La Rioja, con 321,9 casos por 100.000 habitantes, seguida de Navarra (267,9), Castilla y León (244,9), Ceuta (220,4), País Vasco (206,2), Melilla (197,8), Aragón (193,9), Canarias (168,1), Castilla-La Mancha (165,1) y Cataluña (156,5).

Ya por debajo de la media nacional se sitúan Comunidad Valenciana (141,1), Asturias (106,7), Baleares (103,9), Cantabria (103,5), Andalucía (100), Extremadura (99,6) y Madrid (94,6), mientras que de Galicia y Murcia no se especifican datos.

El informe constata un descenso de la actividad gripal en todo el territorio vigilado, principalmente en el oeste peninsular, aunque la difusión de la enfermedad sigue siendo epidémica prácticamente en todas las redes, excepto en Cantabria y Castilla-La Mancha, donde es local, y Asturias, donde ya es esporádica.

Pese a ello, en la semana actual se han notificado 71 nuevas defunciones de casos graves hospitalizados y confirmados de gripe, por lo que el número de fallecimientos asciende a 543 desde que comenzó la temporada de gripe, a primeros de octubre.

La semana pasada la epidemia de este año superó la mortalidad registrada durante toda la temporada 2016-2017, pese a que no está previsto que finalice hasta mayo. De hecho, ya ha provocado el doble de muertes que la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009, que causó 271 fallecimientos.

Los autores del informe recuerdan que se está produciendo un «exceso de mortalidad por encima de lo esperado» desde la última de diciembre y se concentra fundamentalmente en los mayores de 64 años, un 12 por ciento más en la última semana, coincidiendo tanto con la fase de ascenso de la epidemia gripal como con la ola de frío registrada en España en las últimas semanas.

De hecho, el 85 por ciento de los fallecidos eran mayores de 64 años, con una mediana de edad de 83 años, y el 98 por ciento presentaban factores de riesgo. El 53 por ciento de los casos desarrolló una neumonía y el 27 por ciento ingresado en UCI. Y de los 471 casos pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 49 por ciento no se había vacunado.

Asimismo, en la última semana se han notificado 390 nuevas hospitalizaciones de casos graves que elevan el número de 3.552 afectados confirmados por gripe en laboratorio.

En 2.349 de los pacientes (66%) se identificó el virus de la gripe B y el mayor número de casos (66%) se registra en el grupo de más de 64 años. En cambio, sólo el 6 por ciento de ingresos eran menores de 15 años.

El 88 por ciento de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe. En los adultos los factores de riesgo más prevalentes son la enfermedad cardiovascular crónica (43%), la enfermedad pulmonar crónica (30%) y la diabetes (28%) y en los menores de 15 años la enfermedad pulmonar crónica (6%) y la enfermedad cardiovascular crónica (8%).

Por último, el 73 por ciento de los pacientes con gripe terminó contrayendo neumonía, y 802 casos fueron ingresados en la UCI. Solo el 54 por ciento de los 2.717 pacientes integrados en los grupos de riesgo habían sido vacunados esta temporada.

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