La Consejería de Educación, Cultura y Deporte y el Grupo Dromedario han sacado a la calle 60 millones de azucarillos dentro de una serie especial creada con motivo del décimo aniversario de la declaración por la UNESCO de nueve cuevas cántabras como Patrimonio de la Humanidad.

El consejero, Francisco Fernández Mañanes, ha agradecido a la empresa cántabra la realización de esta colección, denominada ‘Cuevas de Cantabria‘, en la que se explica a través de los diversos azucarillos «la importancia y universalidad del arte rupestre paleolítico en la región».

Fernández Mañanes ha explicado que se trata de no solo difundir el acervo subterráneo de Cantabria, sino de incentivar la visita de este Patrimonio «universal, milenario e irrepetible como uno de los activos más importantes de Cantabria» desde el punto de vista cultural.

Por su parte el director de producción de Grupo Dromedario, Fernando Franco, ha destacado la importancia de la colaboración público-privada y ha detallado que esta serie especial, que se distribuirá por las comunidades autónomas de Madrid, Castilla León y Cantabria, hace alusión a las cuevas de Altamira, Chufin, Hornos de la Peña, El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega, Las Monedas, El Pendo, La Garma, Covalanas, Cullalvera, El Salitre II y El Soplao.

«A través de un acto tan cotidiano como es tomar un café, ayudamos a poner en valor este reconocimiento mundial al arte rupestre de Cantabria», ha explicado el responsable de producción del Grupo Dromedario.

Las fotografías son de Miguel de Arriba y Pedro Saura y muestran en el anverso de cada sobrecillo las principales manifestaciones de arte rupestre o espacios geológicos de estas cuevas.

A nivel técnico, los textos han sido redactados por Pilar Fatás (directora del Museo de Altamira) y Daniel Garrido (coordinador de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria).

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