Liberbank ha tomado la decisión de centralizar sus actividades operativas y administrativas desde Toledo.
De esta manera, unificará la mayor parte de las tareas de sus servicios centrales en la capital de Castilla-La Mancha.
Con esta decisión, Liberbank deja de tener repartidas sus labores operativas entre Cáceres, Cuenca, Madrid, Oviedo, Plasencia y Santander.
Esta unificación de los servicios traerá «mejoras de eficiencia», y permitirá mejorar la orientación al cliente interno y reforzar el perfil comercial de los centros de atención al público, que se verán liberados del tiempo que requerían algunas funciones operativa.
El proceso de centralización se desarrollará en varias fases durante los próximos trimestres, en un proceso gradual y progresivo, que facilitara la transición y la transformación del modelo operativo, argumenta Liberbank.
Con el fin de desarrollar la puesta en marcha de esta nueva factoría de operaciones, próximamente se trasladarán los servicios y unidades que hasta la fecha desarrollaban su trabajo en el edificio de la Calle Ocaña, 1, de Toledo, al edificio de la Plaza Zocodover de la ciudad, también propiedad de Banco CCM, integrado en el grupo Liberbank.
Esta decisión se enmarca dentro de la estrategia de la entidad para mejorar su rentabilidad recurrente en el negocio minorista, obtener nuevos clientes y poner el foco en la venta de los productos y servicios con mayor margen.
Liberbank reconoce que tiene un elevado número de oficinas pequeñas, pues el 70% tienen tres empleados o menos, que gestionan una media de recursos de clientes de en torno a 34,3 millones, cuando el promedio del sector es de 52,5 millones.
Todas las sucursales de Liberbank, ya sean urbanas o rurales, son oficinas universales, es decir, dotadas de servicio de caja, gestión comercial, cajero, etc.