Varios estudios llevados a cabo en cintas de correr demuestran que correr puede reducir la depresión casi tanto como los medicamentos antidepresivos.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Southwestern de Texas (Estados Unidos) realizó pruebas en las que pacientes de entre 20 y 45 corrieron en cintas de correr durante media hora al menos tres días a la semana. Esto pacientes vieron reducidos los síntomas de su depresión en un 47% después de 12 semanas.

Otros estudios también demuestran que hacer ejercicio aeróbico de forma regular ayuda a combatir los efectos de la ansiedad y la depresión. Esto se debe en parte a las endorfinas que libera el cerebro, estas aumentan la sensación de bienestar y felicidad. La concentración y el estado mental que requiere un ejercicio como correr aparta la mente de los problemas y ayuda al corredor a evadirse. Por último, subirse a una cinta de correr media hora al día tiene un impacto muy positivo en la forma física del corredor, esta mejora del aspecto físico también suele traer una mejora de la confianza y también del ánimo del paciente.

La efectividad que tiene el ejercicio aeróbico para luchar contra la depresión no solo la avalan estudios, sino también personalidades. El escritor inglés Matt Haig relata en su libro “Razones para seguir viviendo” cómo las cintas de correr salvaron su vida. En su obra relata cómo correr 5 kilómetros en una de estas máquinas a diario le ayudó a combatir la depresión, “es un buen ejercicio mental, no solo físico” afirma el británico.

Aunque existen muchos y diferentes tratamientos contra la depresión, subirse a una cinta de correr es siempre recomendable, ya que realizar ejercicio no tiene efectos secundarios y siempre resultará positivo para la persona que sufre depresión. 

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