La Muestra Internacional de Teatro ‘Solo tú’ levanta el telón con la interpretación de Andrés Cavallin en ‘Wishful’, una tragicomedia que relata la historia de un desahucio, en doble función el viernes y sábado, 16 y 17 de marzo, a las 20 horas en la Teatrería de Abrego, en Oruña de Piélagos.

La cuarta edición de la Muestra de Teatro Unipersonal traerá a Cantabria seis propuestas procedentes de Europa, América y Africa en marzo y abril. La singularidad de esta edición acercará al público al drama de un desahuciado desesperado, o la impotencia de una actriz que se sueña «ser japonesa» en un difícil equilibrio entre sus sentimientos y el miedo al vacío.

También los sueños de un ‘Odiseo Confinado’ procedente de Argentina, y la prosa descarnada de Angélica Liddell en un alegato de turbia fascinación por el poder y la corrupción. Cantabria estará representada por Fernando Madrazo y Áureo Gómez interpretando Proyecto Dédalo, de este último, en una reflexión sobre el abuso del alcohol en la juventud. Y a petición del público repite Gorsi Edu y su ‘Percusionista’.

Escrito, dirigido e interpretado por Andrés Cavallin, ‘Wishful’ transcurre en una vieja barbería donde todo se derrumba, todo, menos los recuerdos, las falsas ilusiones y las promesas incumplidas.

El vetusto establecimiento, no resiste el empuje de los nuevos tiempos, ni de las modas, ni de la voracidad inmobiliaria. El viejo barbero construye su bunker, su fortaleza, dispuesto a defenderlo con uñas y dientes, mientras afuera el vertiginoso mundo sigue su curso de persianas que bajan y carteles de «se alquila local comercial».

Solo la inconsciencia y la locura encarnada por un actor desesperado, toca su puerta y le propone pervertir su esencia, que es lo único que le queda al barbero. Sin darse cuenta que el actor en su afán de sobrevivir, también se degrada, se diluye.

Este espectáculo nació en esa reciente etapa de la historia de España en la que miles de personas vieron como su proyecto de vida se desmoronaba, todas sus ilusiones naufragaban al igual que sus hipotecas o sus alquileres impagados, y de repente se encontraban en una situación desesperada y en la calle.

Andrés Cavallin construye un mundo de ficción en el que reflexionar de una manera tragicómica sobre esa realidad, poniendo en evidencia lo descarnado y falto de escrúpulos de un sistema preocupado solo de que los especuladores hagan caja.

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