La comunidad cántabra lleva semanas bajando los datos de contagios y de hospitalizados a causa de la Covid-19, cada vez se acerca más el objetivo de estar por debajo de 50 casos por 100.000 habitantes, lo que es considerado riesgo bajo.
Para lograr este objetivo se siguen manteniendo gran parte de las restricciones establecidas, abriendo tan solo un poco la mano con la hostelería, pero siempre con mucha cautela. Se quiere evitar que suceda lo que pasó en Navidades, no se quieren más sustos y se prefiere hacer un esfuerzo mientras la vacunación sigue su curso. Se espera de este modo tener un buen verano, al llegar al mismo con una incidencia baja y con un alto porcentaje de vacunados.
Mientras hay sectores que se han convertido en esenciales en estas épocas, el virus ha provocado que sus tareas sean muy importantes de cara a evitar que sucedan contagios. Un ejemplo son las empresas de limpieza, que con sus tareas de desinfección eliminan el virus de diferentes superficies de lugares muy concurridos, evitando de esta forma muchos contagios.
Además, hay zonas que requieren de un servicio más detallado como por ejemplo limpiar moquetas o la limpieza de las oficinas, requieren de un trato especial, existen múltiples lugares donde puede quedarse depositado el virus, por eso los profesionales son tan necesarios.