El Gobierno de Cantabria está dispuesto a colaborar en la acogida de los refugiados a bordo del barco ‘Aquarius’. Así se lo ha trasladado el presidente, Miguel Ángel Revilla, al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, con quien ha contactado por teléfono para darle a conocer que la Comunidad Autónoma está en condiciones de acoger «a una parte proporcional» de estos emigrantes.

El Ejecutivo cántabro ha explicado en un comunicado que puede contribuir a una solución de esta crisis humanitaria porque cuenta con un Plan Integral de Atención a Personas Refugiadas que puso en marcha en 2016.

En aquel momento y ante la posible llegada de refugiados sirios, que finalmente no llegó a producirse, se coordinaron los recursos de las diferentes consejerías, con la colaboración de las ONGs y la disposición de muchos ciudadanos.

En su conversación con Borrell, Revilla ha subrayado la voluntad de Cantabria de facilitar la llegada e integración de las personas que en este momento se encuentran a bordo del ‘Aquarius’ y ha considerado «valiente e ineludible en un país respetuoso con los Derechos Humanos» la decisión del Gobierno de España de facilitar su acogida.

El presidente ha recalcado además la necesidad de que la Unión Europea adopte también «decisiones valientes» frente a situaciones como la que en estos momentos están viviendo los 629 emigrantes en aguas del Mediterráneo.

En declaraciones posteriores a los medios, Revilla ha dicho que el «gesto» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es «correcto». En su opinión, que haya gobiernos que se nieguen a que un barco con 629 personas a bordo y niños recién nacidos se nieguen a que atraque en su territorio, «demuestra a qué nivel hemos llegado de falta de empatía, de solidaridad y de humanidad».

Revilla ha explicado que Borrell le ha dado las gracias y le ha dicho que «no esperaba menos» de Cantabria, que es una «tierra solidaria». «Tenemos instalaciones y albergues preparados para recibir a un número determinado de personas», ha explicado el presidente regional, quien ha destacado que «hay que ser solidarios».

Ha añadido que «el problema de fondo está en arreglar los conflictos allí donde se producen, y desarrollar esos países donde no se dan las condiciones para que la gente pueda comer». «Que gastemos tanto en armas y tan poco en solidaridad y en ayudar a los que más lo necesitan, es uno de los grandes problemas de este mundo cruel en el que vivimos», ha concluido.

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