Después de someterse a un injerto de pelo, a muchas personas les surgen dudas acerca de los necesarios cuidados después de un injerto capilar. Y es que, después de someterse a un tratamiento de este tipo, el cuidado del pelo injertado debe ser muy cuidadoso al principio para que los resultados sean los mejores posibles.
A día de hoy la técnica FUE es una de las más empleadas, debido a la rápida recuperación que proporciona y a la ausencia de puntos y suturas. En esta técnica, no es necesario extraer una tira de cuero cabelludo, sino que solamente se extraen folículos de manera individual, que posteriormente son injertados en las zonas de menor densidad capilar.
Esta técnica ha supuesto un gran avance, mejorando la recuperación de los pacientes. Pero, como el resto de tratamientos e intervenciones, requiere de unos cuidados específicos después del injerto capilar. De este modo, y nada más realizar el trasplante, no se puede mojar la zona durante los siguientes tres días y será necesario aplicar un suero en spray cada tres o cuatro horas. Pasados estos primeros días, el paciente ya podrá lavarse el pelo con agua y jabón o con la crema cicatrizante que le recete el propio médico.
Aunque, después de un injerto capilar, lo más importante es evitar tocar, frotar y/o rascar la zona donde se ha llevado a cabo el trasplante, para evitar que el pelo injertado se caiga. Así, las costras surgidas con la propia cicatrización se irán cayendo progresivamente en las siguientes semanas y con el lavado de la zona.
A la hora de lavar la zona, hay que evitar los chorros de agua intensos dirigidos a la zona del pelo injertado y hay que tratar de no frotar la zona y aclararla con suavidad. Asimismo, es recomendable secar el pelo con secador (con aire frio y a baja intensidad) y evitar el uso de toallas.
Además, se recomienda no sumergir la cabeza en el mar o en piscinas durante los primeros 15 días después de la intervención, ni realizar actividades deportivas fuertes. En cuanto al sol, durante el primer mes se debe evitar toda exposición directa y fuerte al sol, cubriéndose la cabeza con una gorra o sombrero.
Para finalizar, hay que recordar que entre los cuidados después de un injerto capilar, se recomienda no consumir alcohol y tabaco durante las posteriores 48 horas para garantizar una mejor cicatrización, así como evitar los medicamentos que en su composición contengan ácido acetil-salicílico. Y resulta recomendable dormir con la cabeza erguida para evitar cualquier tipo de complicación.