El Ayuntamiento de Santander está «ultimando» el dispositivo de playas para este verano, que se pondrá en marcha el 1 de julio y contará con medidas frente al Covid-19 como la limitación de los aforos, que se determinarán tras hacer un estudio de las mareas para poder tener en cuenta también la superficie de arena mojada.

Mientras hasta ahora los aforos se han calculado sobre el espacio de arena seca que siempre está libre, Santander, junto a la Universidad de Cantabria y el Instituto de Hidráulica, también estudiará la superficie libre de agua en las playas cuando baja la marea para que poder dar cabida a un mayor número de personas.

Así lo ha indicado este lunes la alcaldesa, Gema Igual, que ha explicado que este verano «seguro que cambian las costumbres», ya que «antes no queríamos ponernos en arena mojada» en la playa, pero «ahora seguro que vamos a querer» debido a las limitaciones de aforo.

Por otro lado, Igual ha descartado la medida de regular el tiempo de estancia en los arenales porque «es materialmente imposible» controlarlo. «No podemos hacer un registro a cada una de las miles de personas que está en la playa para después ir a buscarla y decirla que se ha pasado en sus tres horas. No vamos a hacer nada que no se pueda cumplir», ha insistido.

Frente a ello, se pondrá en marcha una aplicación móvil que indique el grado de ocupación que tiene la playa. Además, ya se han diseñado los accesos, se ha contratado al personal que controlará el aforo en ellos y que vigilará que se cumplan las medidas de seguridad por las playas, en las que habrá una señalética con información.

Este verano «será diferente porque será responsable», tanto en las playas como en el resto de la ciudad, ya que a partir del 1 de junio ya no habrá «ningún establecimiento cerrado por el coronavirus».

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