Un grupo de expertos ha analizado este fin de semana en la Hermandad de Campoo de Suso, dentro de los cursos de verano de la Universidad de Cantabria (UC), la situación actual del oso pardo y los «retos» que se abren ante su «recuperación y expansión», entre ellos la forma de lograr la conectividad de la especie a través de un gran corredor cantábrico sin contravenir el progreso humano.
Han abordado estas cuestiones en el monográfico ‘El hábitat del oso pardo cantábrico: Fronteras y corredores’, celebrado en el Castillo de Argüeso y dirigido por el profesor de la UC Juan Carlos García Codrón, que considera que, dado que ahora la población de osos «se está recuperando de forma continuada» y el territorio que ocupan va aumentando», es el momento de lidiar con las dificultades que se encuentra el animal en esta expansión, especialmente cuando comienzan a «reocupar lugares de los que habían desaparecido hace décadas».
Ha recordado que en todo este tiempo se han creado grandes infraestructuras, como embalses, autopistas o vías de tren de altas prestaciones que «se han convertido en obstáculos de carácter lineal que se interponen en el posible trasiego de los animales».
Este experto ha señalado que cuando se hicieron esas grandes infraestructuras «no había ni la sensibilidad ni la legislación que existe en la actualidad» y no se contó con la posibilidad de crear pasos de fauna, por ejemplo, para ellos.
El objetivo del seminario, a cuya inauguración el sábado acudió también el alcalde de la Hermandad de Campoo de Suso, Pedro Luis Gutiérrez, es «ver qué se está haciendo en la actualidad y ver qué se puede hacer para que estas infraestructuras, que van a ir a más, porque cada vez son más necesarias, resulten lo menos disuasorias posibles para el paso de los animales» y lograr así la «conectividad», es decir, que las áreas habitadas por osos puedan estar conectadas entre sí, ha informado en un comunicado la UC.
Aprovechando que el curso se realiza en la comarca de Campoo, estaban previstas salidas de campo a diferentes tramos de la carretera A-67 para ver qué se está haciendo o qué otras alternativas existen.
A juicio del director del curso, lo ideal sería que la población de oso pardo andase libremente por todas las áreas pero es consciente de que la Cordillera Cantábrica «está humanizada» y que hay que buscar «cómo conciliar la presencia humana con la del animal, anteponiendo los intereses humanos, por supuesto, pero buscando cómo pueden cohabitar ambos». «El oso se acomoda aceptablemente a la presencia humana a condición de que le dejen», aseveró el profesor de la UC.