Las excavaciones arqueológicas de la Garma han revelado restos líticos, por primera vez en el mismo lugar de ocupación, así como restos de fauna entre los que destaca la presencia de una especie extinguida de elefante de clima templado que habitaba Cantabria.

Este tipo de hallazgos, en el mismo lugar de ocupación, no se encuentran en la Comunidad Autónoma desde el descubrimiento de las cuevas de El Castillo.

Las dataciones obtenidas hasta la fecha (cerca de 400.000 años) convierten a este yacimiento en una de las más antiguas ocupaciones conocidas hasta ahora en la región cantábrica.

No obstante, su importancia no deriva únicamente de su antigüedad, sino también del hecho «inusual» de que los restos se encuentren en el mismo lugar donde fueron depositados por los ocupantes de la cueva, proporcionando «valiosísima» información sobre las actividades de un grupo de homínidos que, atendiendo a su cronología, probablemente fueran similares a los recuperados en la Sima de los Huesos de Atapuerca.

El consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno regional, Francisco Fernández Mañanes, ha realizado este jueves una visita al yacimiento arqueológico, ubicado en Omoño (Ribamontán al Monte), donde los directores de la excavación, Pablo Arias y Roberto Ontañón, le han explicado los nuevos hallazgos arqueológicos y avances realizados en este campo.

Además, el consejero ha asegurado que desde su departamento se acometerá el camino de acceso a la cueva en los próximos meses, y con respecto al centro de interpretación, –del que ha destacado su importancia ya que la cueva no es visitable–, ha expresado su confianza para que se licite el próximo año.

Las labores, que realiza un equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, con financiación de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Ejecutivo autonómico en la Zona Arqueológica de La Garma, están proporcionando información «de gran relevancia» sobre los primeros pobladores de la región cantábrica.

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