Los Corrales de Buelna es desde el pasado viernes, el centro de operaciones de la décimo novena edición de la fiesta Guerras Cántabras, declarada este año de Interés Turístico Internacional, la primera y única hasta el momento en la Comunidad Autónoma.
Unas 1.500 personas integran las 11 legiones romanas y 13 tribus cántabras que se concentrarán este viernes a las 21.00 horas en el Circo Máximo para el Encendido del Fuego Sagrado, actos que junto a la presentación de personajes y augurios de la pitonisa Silenia y la sacerdotisa Drusila abren una fiesta de recreación histórica preparada a lo largo de todo un año por los integrantes de la Asociación de Guerras Cántabras (Aguecan).
Hasta el 1 de septiembre se celebrarán cerca de medio centenar de actos, entre el Circo Máximo y el campamento festero, instalado de nuevo en el parque Mazarrasa, ambos junto al Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna.
En el primer fin de semana festivo se encenderá el Fuego Sagrado a partir de las nueve de la noche y se inaugurará ese campamento festero, donde además se abrirán las puertas del Templo de Jano, levantado a escala real.
El sábado 24 destaca la llegada de César Augusto, a las ocho de la tarde, al Circo Máximo. Un emperador que verá como el líder cántabro, Corocotta, reclama la recompensa que se ha puesto a su cabeza. Escenificación que tendrá continuidad, en el mismo lugar sobre las once de la noche, con el enfrentamiento bélico recreado por festeros corraliegos entre una unidad romana y un grupo cántabro defensor de su poblado. Un acto más espectacular que años anteriores y con más participantes y alicientes.
Y como uno de los momentos más significativos del primer fin de semana, destacan el domingo 25 los actos protagonizados por jóvenes festeros desde las 12 del mediodía. Habrá Senado Romano, Consejo de Tribus e incluso Gran Desfile General Infantil por la Avenida Cantabria de todos los menores componentes de la asociación organizadora por la Avenida Cantabria de Los Corrales de Buelna hasta el Circo Máximo.
Por la tarde, el propio César Augusto arengará a sus tropas para alcanzar la victoria definitiva, palabras que irán acompañadas por la Proclama de la mismísima Diosa Minerva. Antes de su marcha a Tarraco, Augusto, enfermo, cederá el mando de sus legiones a su legado, Cayo Antistio Vetus. En ese momento tomarán protagonismo los cántabros, con la Entrega del Fuego del Hogar o la Boda Cántabra, en el Circo Máximo, habilitado con gradas para más de 3.000 personas.
Y tras la boda, la rebelión de los esclavos cántabros y el regreso a sus tierras para iniciar una nueva guerra, que será la base del segundo fin de semana festivo.