El Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabría (MUPAC) y el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira están colaborando para «reordenar y compartir» los restos pertenecientes a los yacimientos arqueológicos de la región, con el fin de que se unifiquen en un solo museo.

Así lo ha anunciado el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Fernández Mañanes, acompañado por el director del MUPAC, Roberto Ontañón; y el paleontólogo Pedro María Castaños; en una rueda de prensa en la que han presentado el primer número de una serie de Monografías del MUPAC, titulado ‘El Castillo: historia de una fauna olvidada’ y del que es autor el propio Castaños.

Entre esos restos extraídos de los yacimientos de Cantabria que pretenden compartir el MUPAC y Altamira se encuentra precisamente la colección procedente de la Cueva de El Castillo, protagonista de esta monografía. Por otro lado, el consejero ha anunciado también que la Casa de Cultura de Torrelavega pasará a denominarse con el nombre del descubridor de la Cueva de El Castillo, Hermilio Alcalde del Río.

En cuanto a la colaboración entre los dos museos, tanto el consejero como el director del MUPAC y el autor de la monografía, han coincidido en la necesidad de evitar la dispersión de los materiales pertenecientes a una misma colección.

Con este fin, el MUPAC y Altamira están trabajando en un proyecto «muy ambicioso», según Ontañón, para que las colecciones de las que disponen –sobre todo pertenecientes al paleolítico superior, como las de las Cuevas de Altamira, El Castillo, la Cueva del Juyo, La Pasiega o El Rescaño– que están repartidas entre los dos museos se unifiquen «desde el punto de vista documental».

Así, el objetivo es que los restos con la misma procedencia se archiven y se guarden «unitariamente» en uno de los museos –en el caso de El Casillo, será en el MUPAC– y que las colecciones se puedan exponer en ambos «alternativamente».

Sin embargo, otros restos repartidos en más museos, como el Museo Arqueológico Nacional, no van a ser cedidos, según ha explicado Ontañón. De hecho, el MUPAC mantiene un convenio con el Ministerio de Cultura a través del cual ha cedido para el depósito de su exposición varias decenas de objetos que «engrosan su colección permanente».

Esos objetos podrán ir cambiando, de modo que algunos objetos que se expusieron en Altamira volverán al MUPAC y viceversa.

Sin embargo, el responsable del museo ha aclarado que se trata de un proceso «muy lento» porque conlleva volver a «bucear» en los archivos, actualizar los inventarios, y tener el material dispuesto para que todos los movimientos de las piezas estén bien documentados y no se pierda información. «No es algo que vayamos a concluir el año que viene», ha sentenciado.

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