La Universidad de Cantabria y Marisma Wellness Center han comenzado un proyecto de investigación conjunto para estudiar los efectos de un programa de actividad física en personas mayores de 55 años. Siete profesoras de la Facultad de Medicina y de la Escuela Universitaria de Enfermería, junto a profesionales del centro deportivo, analizarán cómo afecta el ejercicio a un grupo experimental de 150 personas durante seis meses.

El programa se inició el pasado lunes, 11 de febrero. Hasta julio, los participantes realizarán una actividad física reglada, progresiva y adaptada a su edad, para comprobar en qué medida mejora su condición física y qué efecto tiene sobre su calidad de vida. Para ello, los investigadores medirán parámetros físicos, bioquímicos y psicológicos en estas personas, seleccionadas por haber mantenido una actividad física nula o esporádica (inferior a dos veces por semana).

El estudio también servirá para describir el estado de condición física y la percepción sobre la calidad de vida en adultos mayores, así como para ver la tendencia en los valores obtenidos comparados con los estudios en población general y predecir el perfil de adulto mayor que participa en un programa de entrenamiento.

Con una periodicidad de tres días a la semana en sesiones de una hora de duración, se desarrollarán actividades de tipo cardiovascular, de fuerza, entrenamientos musculares, pruebas de movilidad, equilibrio y flexibilidad, todo ello en la sala de fitness del Marisma. Cada participante en el programa de salud recibirá una planificación personalizada adaptada a sus posibles patologías, elaborada por los fisioterapeutas y entrenadores personales del centro deportivo en base al informe que emite el Gabinete Médico.

Una vez a la semana se realizará una actividad conjunta de baja intensidad en la que predominará el trabajo de coordinación, equilibrio y flexibilidad, con el fin de incrementar la interacción social del grupo y la fidelización al programa.

Los técnicos y especialistas de Marisma Wellness Center verificarán diariamente las pautas indicadas en la planificación y el uso correcto de los equipamientos para evitar lesiones, atender dudas, supervisar la asistencia y fomentar el vínculo social entre técnico-alumnos y alumno-alumno. Mensualmente se establecerá una tutoría con cada participante para ofrecer un seguimiento y atención personalizados.

El estudio tendrá en cuenta diferentes variables para observar la mejora de la condición física: el peso, la talla, el índice de masa corporal (IMC), la movilidad articular, el equilibrio, la coordinación motora, la tensión arterial, la frecuencia y el ritmo cardiacos, espirografía, bioquímica sanguínea y calidad de vida percibida. También se evaluarán variables sociodemográficas y el optimismo disposicional.

Para controlar los sesgos en el proceso de recogida de datos se emplearán instrumentos de alta fiabilidad y personal entrenado, y la homogenización de la medición se realizará a través del registro por un mismo observador. Debido al tamaño de la muestra -150 sujetos-, el nivel de confianza del estudio, que terminará en agosto con el análisis estadístico y de datos, será del 95 por ciento.

El equipo investigador está formado por las profesoras de la Universidad de Cantabria Mar San Martín Díez de Terán y María José Noriega (Fisiología), Cristina Castanedo Pfeiffer, Carmen Ortego, Paloma Salvadores, Carmen Sarabia y Blanca Torres (todas ellas de Enfermería), junto a los técnicos y especialistas de Marisma. También colabora la Sociedad Cántabra de Geriatría y Gerontología, representada por Ana Rodríguez Valcárcel.

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