Miguel Ángel Revilla, el presidente de Cantabria, ha subrayado este jueves su apoyo al crecimiento de la bioeconomía forestal, un sector «con futuro» y para el que Cantabria presenta un especial potencial, dado que el 40% de su territorio es masa forestal, y de éste un 72% es de dominio público.

Durante la inauguración del I Congreso Nacional de Bioeconomía Forestal, que se celebra ayer jueves y este viernes en el Paraninfo de la Magdalena, Revilla ha asegurado estar «sensibilizado» con el sector, al igual que el consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, que también ha estado presente en el acto, y se ha comprometido a apoyarlo «en cuanto haya un poco más de recursos».

«El bosque en Cantabria tiene que ir más», ha reivindicado Revilla, que además cree que este recurso debe hacerse «compatible» con la ganadería, un sector este último que, «por desgracia», y a diferencia del forestal, «no va a más».

En este punto, Revilla se ha referido a la creación de una «granja artificial» con 20.000 vacas en Soria, un proyecto que, a su juicio, es un «error» puesto que cada comunidad debe desarrollar «una economía compatible con las características y recursos que tiene cada zona».

«A nosotros no se nos ha ocurrido nunca poner una platanera porque no ha habido nadie que haya sacado un plátano», ha ironizado Revilla, que ha abogado para Cantabria por el desarrollo de una economía hecha para intentar que «no se vaya más gente de los pueblos», y para explotar los recursos disponibles «en convivencia con la naturaleza» y con los habitantes, que, a su juicio, son «los mejores ecologistas que hay».

Revilla se ha mostrado «seguro» de que las conclusiones de este congreso, con unos 250 asistentes de todas las comunidades españolas y del extranjero, serán «útiles» y ayuden a los gobiernos a saber qué iniciativas hay que poner en marcha.

El Congreso está impulsado por, entre otros, el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales en Cantabria; el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes; la Asociación Cántabra de Empresarios de la Madera y del Comercio del Mueble (ACEMM), la Asociación Forestal de Cantabria (Asforcan), que agrupa a los propietarios forestales de la región; la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA) del Gobierno de Cantabria, y el Ayuntamiento de Santander.

En la inauguración, el presidente de Asforcan, Carlos Tejedor, ha defendido una «apuesta clara y firme» por la bioeconomía forestal para caminar hacia un modelo productivo más bajo en carbono, menos contaminante y menos dependiente de recursos exteriores.

Según ha dicho, la bioeconomía forestal contribuye a sustituir unos productos «no renovables, de origen fósil y grandes consumidores de energía en su transformación por otros renovables y de mayor eficiencia energética, como, según ha dicho, es la madera, la viscosa o la biomasa energética.

Sí ha advertido de que para que esta industria no se convierta en un «gigante» con «los pies de barro», ha abogado por empezar a incentivar la inversión forestal. Ha explicado que se trata de un tipo de inversión con retorno a plazos largos, con entre 30 y 45 años de amortización, y que además tiene una «gran incertidumbre ante cualquier desgracia que pueda ocurrir» (incendios, plagas, vendavales).

Por ello, ha reclamado un «tratamiento fiscal especial» para las inversiones forestales. «Si no se estimula de algún modo esta inversión forestal el resultado es el abandono del campo, al desertó ficción rural y los incendios descontrolados», además de una economía «cada vez más dependiente de recursos exteriores y más contaminante».

«Pensamos que la apuesta de la sociedad debe ser clara y firme. No queremos abandonar nuestros momentos, pero no queremos que la sociedad abandone a los propietarios», ha dicho. Tejedor.

Por su parte, la presidenta de ACEMM, Itxaso Saiz, ha destacado que, en Cantabria, el sector forestal y de la madera, aporta más del 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y ha señalado que su futuro pasa por la bioeconomía. Además, ha alertado de que, aunque la comunidad cuenta con unas condiciones medioambientales «privilegiadas», en los últimos años ha descendido el número de hectáreas arboladas.

Además, ha deseado que Cantabria «llegue a ser una comunidad autónoma piloto en el desarrollo de políticas económicas ligadas al bosque, al aprovechamiento de la madera y a sus usos en industria y construcción». Ante Revilla, y tras agradecer el apoyo del Gobierno regional al sector y confiar en que lo siga manteniendo, la presidenta de ACEMM ha pedido al Ejecutivo regional «una mayor inversión» en el sector forestal.

El decano presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, José González, ha defendido la bioeconomía, entre ellas la forestal, como una «oportunidad y una necesidad» y ha aludido a los empleos que su desarrollo puede generar, fundamentalmente en el entorno rural.

Eduardo Rojas, el decano presidente del Colegio de Montes, consideró por su parte que para «activar» la bioeconomía no solo hay que potenciar en el sector forestal, sino también otros sectores como el agrícola o el marino.

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