El proyecto ‘De la carpa al pueblo’ llevará el circo a las zonas rurales de Cantabria de la mano de la Compañía Malabaracirco, que a partir de este fin de semana recorrerá las localidades de Alfoz de Lloredo, Limpias, Selaya o Riotuerto.

Así, los días 10, 11 y 12 de marzo ofrecerá en Alfoz de Lloredo, unas jornadas de circo que incluirán talleres de manualidades, malabares y fotografía, así como la proyección de un cortometraje y un espectáculo.

La iniciativa llegará a Limpias, el fin de semana del 31 de marzo; Selaya, durante el fin de semana del 7 de abril; y Riotuerto, el del 28. Asimismo, faltarían otras dos fechas por confirmar.

El proyecto se ha presentado este martes en una rueda de prensa en la que han participado el vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga; la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo; y los componentes de Malabaracirco, Elena Umlauf y Samuel Montes.

Zuloaga ha señalado que con este proyecto «se garantiza la descentralización de la oferta cultural» para poder llegar «a todos los rincones de Cantabria y, así, avanzar también en la lucha contra la despoblación del medio rural».

Asimismo, se ha referido a Malabaracirco como «un emblema de la cultura de Cantabria» tras su trayectoria de 27 años y a su vez ha recordado que esta compañía «será uno de los inquilinos fundamentales» del futuro centro de artes de La Lechera en Torrelavega.

‘De la carpa al pueblo’, se enmarca, junto a ocho proyectos más, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Cultura, con el que se pretende mantener y reforzar la cultura en las áreas despobladas, ha explicado Agudo.

Según ha detallado Montes, este proyecto es una continuidad de los 27 años de trayectoria de Malabaracirco, en los que han recorrido «prácticamente la totalidad de las zonas rurales de Cantabria», lugares en los que «el circo tradicionalmente ha estado presente llevando y recogiendo la cultura tradicional».

A través de ‘De la carpa al pueblo’ se pretende llegar a la población más joven «que no tiene esa accesibilidad a la cultura o a las artes circenses, como se puede tener en las capitales», ha dicho el componente de la compañía de circo.

Por su parte, Umlauf se ha mostrado ilusionada con este proyecto interdisciplinar, que a la vez de llevar «un claro sello cántabro», fomenta la cultura en el medio rural y lleva al circo al pueblo, «tal y como se hacía en el pasado».

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