La Filmoteca regional acogerá todos los domingos de diciembre el I Festival de Títeres y Muñecos de Cantabria ‘Guiñol.es’, una iniciativa que se enmarca dentro de la programación que conmemora el 30 aniversario de la inauguración del Palacio de Festivales.
Así se inicia una nueva programación denominada ‘Las matinales’, que tiene como objetivo ampliar el público de la Filmoteca regional para conseguir una audiencia infantil y familiar.
Las cuatro actuaciones del festival de títeres versarán sobre diferentes temas. En concreto, la del 5 de diciembre trata de la lucha de las mujeres en la revolución industrial; la del día 12 expone en clave de humor las «ataduras» del pasado; la del 19, representa el clásico cuento de la ratita presumida; y la del 26, narra los celos por el nacimiento de un hermano.
Todas las actuaciones tendrán un precio único de cinco euros la entrada y se representarán a las 13 horas en la Filmoteca regional.
Así lo dieron a conocer en rueda de prensa la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo y el promotor de la iniciativa, Luis Del Río, que también es el director del Festival Internacional de Títeres Bisóntere de Santillana del Mar.
Agudo ha señalado que este programa «recupera y pone en valor» una disciplina escénica «veterana y milenaria» como los títeres, que ha sabido adaptarse a la actualidad aportando «nuevos lenguajes, técnicas y narraciones». «Ha conseguido atraer a un público más extenso», ha añadido.
La directora general ha subrayado que debido a la «calidad» de las compañías de títeres, este arte escénico ha traspasado «la frontera» del público infantil, para llegar a un sector «más amplio y heterogéneo» dentro de la sociedad.
Asimismo, ha afirmado que para la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria es un «placer» dar un espacio a los títeres dentro de la programación del Palacio de Festivales, porque esta disciplina viene a «completar» esta temporada «tan especial».
Para finalizar, el promotor de la iniciativa ha deseado que el público «disfrute mucho» con las cuatro actuaciones programadas y que las familias, y la sociedad en general, acudan a verlas para así «conocer» el teatro de títeres y darle «una oportunidad».
