Técnicos del Museo de Altamira, en Santillana del Mar, han identificado tres nuevas improntas de manos en negativo en la Sala de Polícromos de la cueva, que hasta ahora habían permanecido inéditas.

Con estas tres representaciones, ya son nueve las manos paleolíticas que se han podido identificar, registrar y documentar en el interior de la Cueva gracias al trabajo del equipo de investigación del Museo en colaboración con los responsables del proyecto ‘Handpas. Manos del pasado’, cofinanciado por la Unión Europea en el marco del Programa Europa Creativa (2014-2018).

La subdirectora del Museo de Altamira, Carmen de las Heras, y el coordinador del proyecto, Hipólito Collado, han impartido una conferencia, en la que se dieron a conocer algunos de los resultados más importantes del citado proyecto, con especial referencia a los procedentes de la cueva de Altamira, entre los que destacan, además de las figuras ya señaladas, la única de las manos halladas hasta el momento en la Galería Final de la cavidad.

La figura fue realizada en positivo, en un negro intenso, y fue descubierta por Freeman, González, Bernaldo de Quirós y Ogden, en la Galería Final, en la década de los 80 del siglo XX, pero hasta ahora no había sido estudiada con detenimiento.

Hoy, por el tamaño de los dedos y la altura del soporte donde fue impresa la huella, se puede considerar como una mano infantil, ha informado en un comunicado el Museo.

De las Heras ha señalado que es un hecho que puede calificarse de «excepcional» por el «escaso número» de improntas de este tamaño halladas en cuevas con arte rupestre.

De las presentadas este sábado, dos de las huellas fueron aerografiadas con pigmento negruzco y la tercera de ellas con pigmento de tonalidad rojo-violáceo.

Del total de las nueve improntas, seis ya habían sido identificadas con anterioridad. En su mayoría, según señaló de las Heras, presentan un estado de conservación que «dificulta su visibilidad y, por tanto, su estudio».

Por ello, la aplicación de las técnicas de realce fotográfico ha permitido, según ha explicado, en unos casos, mejorar su lectura y, en otros, confirmar la atribución inicial o bien identificar figuras que, aunque ya fueron publicadas, en la actualidad están desaparecidas.

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